DESPERTAR CONSCIENTE

Mi viaje de introspección comenzó hace muchos años. En este camino, las leyes de Hermes Trismegisto han formado parte del mismo, haciéndome comprender muchas cosas. Ya no desde el razonamiento, sino sintiendo y reconociendo a cada una de ellas.

Mi etapa más profunda comenzó 8 años atrás, cuando una fuerte tristeza inundó todo mi ser. Sin poder encontrar una explicación lógica de todo lo que me sucedía.

Primero decidí tapar y comenzar mi búsqueda externa, viendo si algo o alguien podía cubrir, esa necesidad y carencia que en ese momento mi alma estaba percibiendo...

Luego de un tiempo, me di cuenta de que ese disfraz que decidí ponerme era momentáneo y superficial, comprendí que lo que necesitaba era un cambio radical, comenzando así, mi búsqueda interna, comenzar a conocerme, y poder observar que era lo que me estaba ocurriendo.

Mi primera experiencia fue en un retiro con medicinas ancestrales, allí pude entender, lo que tantas veces había escuchado y leído, pero todos esos conceptos no podían ser integrados (en ese momento pude distinguir la diferencia de saberlo a comprenderlo)

Pude observar el todo, donde allí no existen distinción alguna de etiquetas, juicios, disfraces o caretas. Donde entendí que todos somos mente, y dentro de ella habitan programas que tenemos instalados proveniente de nuestras creencias que fueron inculcadas por nuestros padres, entorno, familia, amigos, etc. Esas mismas creencias limitantes que me llevaron a ese sitio para poder transformar ahí mismo, mi manera de pensar, de como me hablaba todos los días. Así poder desarmarme y volver a reconstruirme en mi esencia. “Yo solía llamarlo: la maravilla de aprender a desaprender” esos condicionamientos que venían ya preinstalados de fábrica. Pudiendo observar mi temperamento, ese boomerang que se repetía reiteradas veces. Tanto subía mi energía, mi disfrute y mis ganas, llegando a su tope que la pendiente, bajaba nuevamente, sintiendo todo lo contrario. Al detectarlo, me resulto mucho más sencillas las caídas (cada vez son menos, y sobre todo viendo el otro lado de la cara que antes me costaba tanto poder atisbar).

Fue en esa ocasión cuando comencé a empoderarme y responsabilizarme de mi vida, sabiendo qué era capaz de transformar mis vibraciones, mis ideas, de que todo lo que cosechaba dentro daba fruto fuera... cada vez me gustaba más, por ende cada vez amaba y aceptaba el reflejo de todo lo que me iba sucediendo en mi día a día... Cada melodía que suena y que me ha acompañado en todo este camino ha sido clave también para poder reinventarme minuto a minuto. (Esa melodía que lleva su género con sus notas masculinas y femeninas)

Y en todo este proceso de florecimiento intimo, cada una de ellas están interconectadas entre sí, no podría una sin la otra. No hubiese sido lo mismo, si no las hubiese descubierto.